Esta receta vale tanto para azúcar blanco como azúcar moreno. Personalmente prefiero el moreno, no solamente porque es más saludable sino porque es menos amargo que el blanco.
Yo siempre he apartado el caramelo de los flanes o pido que no me añadan caramelo cuando pido un postre en un restaurante. Pero desde que hago yo el caramelo en casa para hacer flan, éste os aseguro que no lo aparto.
Hacer caramelo es mucho más fácil de lo que parece. En la foto podréis apreciar como se va derritiendo sin que tengamos que hacer nada.
Propoints totales: 3
Ingredientes
2 cucharadas azúcar moreno (30 g)
Preparación
Echamos el azúcar en una sartén y la ponemos a fuego fuerte. En cuanto veamos que el azúcar empieza a derretirse bajamos el fuego.
Dejamos que se derrita solo, no hay que tocarlo con ningún tipo de utensilio, removemos agarrando el mango de la sartén.
Una vez que está derretido, si se quiere el caramelo dulce se retira del fuego, si se quiere más amargo se deja que oscurezca un poco más.
Echamos inmediatamente en el molde en el que se va a hacer el flan y dejamos enfriar un poco antes de echar la mezcla encima.
Yo no soy muy fan del caramelo tampoco, pero el de casa es sagrado, qué bueno está. Una cosa que apostillaría es que hay que tener muuuuucho cuidado con las quemaduras, porque el caramelo tiene un punto de ebullición altísimo y si cae sobre la piel las quemaduras pueden llegar a ser de 3er grado incluso... Así que cuidadito.
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